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El Acapulco de hoy, está muy lejano de parecerse al de antes y peor aún, el Acapulco de hoy, está muy lejano de ser mejor que el de antes

Por: Edrey Otero

La noche de aquel 25 de octubre del 2023, es ya una fecha fatídica en la memoria para la población de la zona costera de Guerrero y en especial para la de Acapulco.

Los avisos de la llegada del huracán que ya para las 9 de la noche era categoría 3 y se acercaba con rumbo a este balneario, corrían entre murmullos de la gente, redes sociales, así como en los medios sonaban y en algunos ya retumbaban las alertas, lo que venía como una tormenta tropical, en cuestión de horas se convirtió en un poderosísimo huracán categoría 5, con vientos sostenidos de 270 km por hora, vaya, una hecatombe. Lo que vendría después, es la historia de tristezas y vulnerabilidad que conocemos y que dejó a su paso el meteoro, esa madrugada del 25 de octubre cuando la energía eléctrica desapareció de Acapulco, todo fue terror e incertidumbre, los sonidos del viento y las miles de cosas, escombros, árboles y muchos etcéteras que volaban, fueron dignas del guion de una película de terror. Y sí, el terror llegó, cuando empezó a clarear en la mañana del 25, cuando la gente empezó a ver y a notar la devastación monumental que la bestia había ocasionado a sus propiedades y a Acapulco, horas después todo se salió de control y terminó, por ser otro indigno periodo para no recordar, sí, ese el de la rapiña y el robo.


Hoy a un año, la reconstrucción de un Acapulco como el que todo el mundo recuerda, está muy lejana, han pasado muy lentamente los días de recuperación, la zozobra, la falta de inversión y desesperación, han hecho que la economía, siga detenida. En un pasmo, donde los empresarios locales ponen lo que tienen y el resto para salir adelante, a pesar de que la ayuda para el sector empresarial no fluyó, no llegó y se olvidó de la gente que genera empleos. Hoy, 25 de octubre del 2024 seguimos con los estragos de aquel animal llamado Otis, donde aún, no hay resquicios, ni tiempos estimados para la recuperación del puerto. Se dice que se necesitan 110 mil millones de pesos para su recuperación. La única realidad y por incierto que parezca, el Acapulco de hoy, está muy lejano de parecerse al de antes y peor aún, el Acapulco de hoy, está muy lejano de ser mejor que el de antes.

Acapulco volverá a salir adelante, cuando, no lo sabemos, pero si queremos salvarlo para heredar un moderno y actual Acapulco para las próximas generaciones, tendremos que poner los arrojos y lo que ha faltado para levantarlo.

Porque Otis, solo expuso y agudizó, lo que ya todos sabíamos que faltaba y se necesitaba.

365 días después, el sol sigue y seguirá brillando por Acapulco, por el Acapulco, que es de la gente que sí tiene su arraigo en este puerto, por la gente que realmente le tiene un profundo amor a la ciudad, que algún día fue de categoría mundial.